Un eclipse solar anular extremo visible desde la Antártida, ofreciendo un espectacular "anillo de fuego" en las condiciones más desafiantes del planeta.
Durante un eclipse anular, la Luna aparece ligeramente más pequeña que el Sol, dejando visible un "anillo de fuego" alrededor del disco lunar. La magnitud será de 0.963, cubriendo el 96.3% del diámetro solar.
Las temperaturas en la Antártida durante febrero oscilan entre -25°C y -45°C. Los observadores necesitarán equipamiento especializado para supervivencia en condiciones polares extremas.
El camino de la anularidad cruzará la Antártida occidental, pasando cerca de varias bases científicas internacionales. También será parcialmente visible desde el extremo sur de Sudamérica.
Observar este eclipse requerirá preparación extrema: equipamiento para temperaturas bajo cero, protección contra vientos catabáticos, y coordinación con bases científicas. Solo expediciones especializadas pueden acceder a las zonas de anularidad.
Los eclipses solares en la Antártida ofrecen oportunidades científicas únicas debido a las condiciones atmosféricas extremas y la ubicación geográfica especial. Este eclipse de febrero 2026 permitirá estudios atmosféricos, térmicos y de la ionosfera polar.
A diferencia de un eclipse total, un eclipse anular no permite observar la corona solar directamente. Sin embargo, ofrece ventajas únicas: mayor duración del fenómeno, condiciones de iluminación especiales (luz de anillo), y oportunidades de fotografía de efectos de sombra únicos.
Durante la fase anular, el disco solar forma un anillo brillante alrededor de la Luna. Este efecto, conocido como "anillo de fuego", crea una iluminación única que reduce la luz solar en aproximadamente 90%, pero sin la oscuridad total de un eclipse completo.
Varias organizaciones científicas internacionales están planificando expediciones especiales para observar este eclipse. Los estudios incluirán mediciones de temperatura, análisis atmosférico, efectos en la fauna antártica, y experimentos de comunicaciones.